Que todos sean uno... (Jn. 17, 21 a 23) “Preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y a que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de sus hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de los padres”. Papa Francisco, a las familias.